miércoles, 19 de agosto de 2009

† Mañana †

Calla la noche cuando se oye tu nombre; mis labios no paran de repetirlo en un vago intento por hacerme cotidiano en tí por sentirme cerca de tus días, cerca de tus horas hábiles. Ya no muestro más ese miedo de perderte, ¿porqué habría de hacerlo si nunca te he tenido? Lo noto, pero no lo entiendo y tampoco lo hacepto. Me encantaría internarme en lo profundo de tus ojos sin salir lastimado y probar que existe en tí algo de mí, un poco de lo mucho que he intentado clavar en tu memoria, en tus sentidos y en tu corazón. Eso me haría ser el héroe de esta historieta o el principe de tus cuentos, aunque a veces quisiera con toda el alma ser el Guasón que destroza todo lo efímero de tus sentimientos y reinventarme para poder construir de a poco un refugio en tí en donde pueda acurrucarme y dejar salir mis sueños e ilusiones a dibujar mañanas y tardes junto a las tuyas. Me gustaría también convertirme en ese espacio en el que eres tú misma, en el que decides romper con todo y desnudar tu alma y entregarte a tus sentimientos y a tus emociones. A veces corrompo mi memoria e intento atravezar en mis recuerdos una de tantas madrugadas y supongo una de tantas más en la que quizá te detienes a pensar en mí o quizá sea que cuando estoy solo me da por pensar en tí como si fueras algo escrito en mi futuro y me da por acompañarte de noche medio dormido y sediento de tus besos. No supongo más de lo necesario cuando hablo de un futuro en el que somos tú y yo pasando las tardes de domingo en un sofá frente al televisor ó en la alcoba acurrucados escuchando las lluvias de noviembre y es que a veces eso de suponer me vuelve paranoico. Bueno, dejémonos ya de cursilerías de enamorados y vayamos al grano. Te amo hoy! Mañana... Mañana será otro día.

Y seguiré siendo culpable por aceptarte en mi lado izquierdo de la cama.
Y seguiré siendo felíz porque estás ahí.
Y seguirás llenándote el pecho con la gloria de haber conquistado mi reino.
Y segurás amamantando mis deseos.
Y quizá de pronto una noche nos daremos cuenta de que somos unos extraños.
Y me abrazarás y yo besaré tu frente.

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