viernes, 14 de diciembre de 2007

† ¿Cafè? Sì... Cafè. †

Como cada tarde antes de la taza de cafè, ella se miraba fijamente en el espejo, unas veces esperando encontrar eso que perdiò cuando creciò y otras tantas esperaba, por lo menos, encontrarse. Siempre sonreìa y cantaba; le daban las diez y las once cantando a Sabina en ese pueblito con mar al que ella llamaba "su espacio". De pronto se dejaba llevar y volaba en su propia habitaciòn de tiempo y soñaba, mucho, pero nunca demasiado y siempre terminaba pidiendo pastillas para no hacerlo; para no soñar.

Esa tarde abriò los ojos y lo encontrò frente a ella...

¿Cafè?
Sì... Cafè.

Y desde aquella tarde monta en sus pies con unas pequeñas sandalias azules.

Y vuelan.

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