jueves, 16 de marzo de 2006

† ¡Manzanas! †

Tu cabello es un sol de noche;
rayos fugitivos que deslumbran la mirada,
es una cortina de terciopelo escarlata
que huele a madrugada de primavera clandestina;
tibio como un susurro en espiral.

Tus ojos; finos cristales transparentes,
son un viento antiguo y plañidero
que destella lunas por la noche
en busca de viejos tiempos.

TU voz; libre y sonora saeta
que como lanceta se clava en mi ser.
Es un murmullo que hace juego con tus labios;
corales de manzana y de durazno.

No fuiste hecha de pólvo de adas,
mucho menos de un accidente estelar;
tú fuiste hecha de mi treceava costilla,
te incubó la poesía en su vientre
y la naturaleza te obsequió su aroma.

De los cielos llegaste aquí
-a la tierra- como diosa.
Pandora y Afrodita te dieron tu sexo
y la Venus delineó tu cuerpo.

¡Mujer! eres lujúria, pasión y ternura,
eres divina fruta y amor travieso.

Eres un paisaje de senderos luminosos,
una ecuación que no contiene fórmulas,
eres mi octava maravilla personal
y el mejor verso que pudo hacer el poeta celestial.

Y de entre tus semillas parirán las nubes
un suave y sonoro canto de ciruela y mandarina
que arruyará mis sueños y mis fantasías
y a este pobre corazón gitano que tengo
que no deja de gritarte que te quiero.

Etiquetas:

jueves, 9 de marzo de 2006

† Tinteros †

I
(El tintero de Neruda)

¡Alegre tú! poeta pertinaz que has encontrado a la poesía.
Alegrate, pues en tus manos hay inspiración,
puedes dibujar un cielo azul y palomas blancas
y poner palmeras en un pueblo antiguo de tejados,
puedes soñar con el olor del sol y lo intransigente de las nubes
y darle a las cenizas una pícara pasión.

¡Sé felíz poeta! prisionero del candor,
pues en tus versos y espirales
se arropan los colores de la primavera,
las caderas blancas y los pies blancos
de tus adoradas musas invisibles a otros ojos.

¡Alégrate poeta! de dormir con la poesía,
de besarla y sonreír con ella.
Alegrate de dar suspiros a la luna
y de pintar ocasos en otoños venideros
y alégrate de delinear con tus versos mil sonrisas.

¡Alégre tú! poeta de tus tiempos,
que dibujas un jardín en medio del desierto.
Alegrate, pues en tus manos hay creación,
en cada una de tus frases hay colores
y puedes darle a tus palabras más de mil sabores
y opacar con tus musas a la Garbo, a la Venus o Monalisa.

¡Dichoso tú poeta, que le haces el amor a la poesía!


II
(Mi tintero)

Y yo que no encuentro en ningún lado
a esa puta inspiración,
seguiré aquí sentado en mi desierto,
prisionero de este loco amor,
sin poder decirle a ella
cuanto la amo con poesía.

¡Y se siente como la mierda!
no poder poner esos colores;
el turquesa del océano y ese verde tropical,
en un trozo de mi verso
-de este verso que le quiero dedicar-
o pintar un clavel en mi mano izquierda
y llevárselo hasta su balcón,
para decirle cuanto la quiero con poesía
y darle un beso en la frente y en el corazón.

Hoy quisiera, como tú poeta,
poder sacar poesía de las piedras
para dibujar su cuerpo en un poema
y poder tenerla en mi mano
para delinear un beso en su boca
y amarla...
...amarla con pasión!

¡Sé felíz poeta, porque en tus versos bailará la inspiración!

Etiquetas:

martes, 7 de marzo de 2006

† El Libro Azul †

Puedo sentir, cuando pasa el viento
cómo juega con el silencio
y cómo el dolor se pega en el pólvo
mientras cae en los ojos,
en los recuerdos...
...y en el futuro.

Puedo sentir, cuando sale el sol
cómo quema la piel -y la suda-
y cómo sombrea el tronco de un árbol caído
y a las calles y a unas cuantas miradas huérfanas.

Puedo seguir sintiendo el invierno
y ver cómo crece la primavera,
puedo seguir caminando sin rumbo
y ver cómo el camino se agota.

Cuando hay una bóveda azul
de donde cuelga un puñado de estrellas
y mientras siga corriendo no puedo contarlas,
necesito detenerme, mirar fijamente
y encontrar el segundo en que soy eterno...
...conteniendo el aliento.

Y hoy, aún, no amanece. Y sigue lloviendo
y puedo sentir cómo grita mi pecho,
cómo estoy atrincherado y sigo corriendo,
sin poder parar el tiempo y fundir mi cuerpo,
sin poder mirar fijamente el cielo...
...y dejar salir mi último aliento.

Etiquetas: