martes, 7 de marzo de 2006

† El Libro Azul †

Puedo sentir, cuando pasa el viento
cómo juega con el silencio
y cómo el dolor se pega en el pólvo
mientras cae en los ojos,
en los recuerdos...
...y en el futuro.

Puedo sentir, cuando sale el sol
cómo quema la piel -y la suda-
y cómo sombrea el tronco de un árbol caído
y a las calles y a unas cuantas miradas huérfanas.

Puedo seguir sintiendo el invierno
y ver cómo crece la primavera,
puedo seguir caminando sin rumbo
y ver cómo el camino se agota.

Cuando hay una bóveda azul
de donde cuelga un puñado de estrellas
y mientras siga corriendo no puedo contarlas,
necesito detenerme, mirar fijamente
y encontrar el segundo en que soy eterno...
...conteniendo el aliento.

Y hoy, aún, no amanece. Y sigue lloviendo
y puedo sentir cómo grita mi pecho,
cómo estoy atrincherado y sigo corriendo,
sin poder parar el tiempo y fundir mi cuerpo,
sin poder mirar fijamente el cielo...
...y dejar salir mi último aliento.

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