miércoles, 25 de enero de 2006

† El recuento de una noche †

Te ví un lunes como cualquiera, perfumada de colores;
con esa caricia de aire y estrellas en el cabello tuyo
y aquella noche dormida en esos tus ojos que me miran
y se hacen valles encantados en donde me pierdo.

Te ví; sonriendo y caminando lento,
y las piedras del camino se hacian de lado.
Pasabas como reyna por doquier.

Me viste; dormido ahí en esa piedra a la orilla de tí
y una huelga de canciones sonaron en mi guitarra
una vez dadas las doce.
Pero fueron murmullo en la noche,
con todo y una luna media loca que no hace más que sonreír.
Sonreírle a tu cara iluminada.

No pude despertar y cantarte cuando escuché tu voz.
Fuí un eco que se perdió en el río aquel a mi lado
y las ojas que caían y se hiban con el cause del azul
me recordaban que en el fondo del mar suena una canción;
una hermosa melodía que fué escrita para nosotros dos.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio